Le Cube/sier House

·                     PROYECTO: vivienda unifamiliar

·                     FASE: proyecto básico

·                     FECHA: diciembre 2011

·                     EMPLAZAMIENTO: Ciudad Real

La arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz, y así lo expresó Le Corbusier (Haciauna arquitectura, 1920). Desde él (mucho antes en realidad, pero atengámonos a la fecha de formulación de la frase), no podemos considerar la Arquitectura sin tener en cuenta que la Luz es su principal elemento compositivo.

Y de esta premisa, de esta alianza entre los volúmenes y la luz, nacen todos nuestros proyectos. Por eso, creemos llegado el momento de rendir sentido homenaje a Le Corbusier, haciéndolo de la manera que mejor podemos hacerlo: a través de la Arquitectura. De ahí, el juego de palabras de esta vivienda, que alude al cubo que preside cada una de las fachadas y al propio Le Corbusier (Le Cube-sier).

La vivienda se emplaza en una parcela rectangular, con una proporción 1:5, y que urbanísticamente presenta una serie de condicionantes: debe retranquearse 6,5 m respecto a la alineación de la calle, y 3 m, respecto a uno de los linderos laterales (pudiendo adosarse al otro); puede alcanzar un máximo de 2 plantas y 7,40 m a cara superior de forjado de cubierta.

A esto se añaden las premisas de la propiedad: la vivienda debe contar con 3 dormitorios, un despacho y una sala de juegos, así como un porche generoso. También es importante que desde la cocina y el salón se tengan vistas completas del jardín principal.

La vivienda, condicionada por el solar, adopta una forma alargada, con una distribución a través de un distribuidor que va dando acceso a las distintas estancias hasta desembocar en la zona más eminentemente pública: el salón y el porche. Cada uno de los dormitorios y estancias se va abriendo a un patio privado, del que no sólo tomar la luz, sino fundamentalmente las vistas, dotando de este modo de privacidad a cada uno de esos espacios.

A su vez, en el acceso a la vivienda se ha diseñado un pequeño jardín japonés, de tal modo que desde la misma entrada el visitante tenga constancia del deseo de establecer una íntima correspondencia entre vivienda y naturaleza.

En sección puede apreciarse cómo uno de estos patios a los que hemos aludido, llega hasta la planta semisótano, dotando de iluminación al garaje e insertando una vez más la naturaleza en un espacio que a priori estamos acostumbrados a que sea incompatible con ella.

Para el salón se reserva un gran espacio, volcado a una chimenea y una librería, que queda enfatizado por la doble altura que lo configura.

La peculiaridad es que la zona de comedor se divide en 2: por un lado, se sitúa un comedor interior en íntima relación con la cocina y con esta zona de salón, que hará función de “comedor de invierno y desayunos”; y por otro lado, se dispone el porche, ligado directamente al salón y a la cocina (con acceso directo a ella), que ejercerá de “comedor de verano”.

Exterior e interior se han diseñado conjuntamente, buscando la armonía entre ellos, y una distribución sencilla y ordenada. Por ello, para el diseño de la chimenea y de la librería/estantería que preside el salón, se ha recurrido a una composición a base de una explosión de cubos, volviendo así al tema principal de la vivienda.